miércoles, 7 de octubre de 2015

Oreja negra

Usar auriculares en la calle es peligroso, te hace distraer, te hace abstraer, te hace perder el bondi y llegar tarde a clase. Hace que el chofer te mire con cara de: ¿Te vas a subir rápido? y después de: ¿Qué me saludas gritando? Porque tampoco estoy segura si hablo normal o grito, es una duda que siempre tengo.


Llegar tarde a clase, casi una constante en mi vida, a clase y a la vida, por suerte tengo profesores mas impuntuales y como buena alumna sigo sus ejemplos, hasta los malos. 

Me he vuelto un ser despreocupado por casi todo, me atraen vagamente ciertas cuestiones personales pero mi cerebro tiene lapsos en que no se acuerda de que mi cuerpo y yo teníamos que estar en algún motivo por algún lugar, o al revés.

Puedo estar 10 minutos tratando de contestar algo simple en una charla por whatsapp, soy de esas personas que hace varias cosas a la vez pero no todas bien, generalmente necesito de música para estudiar pero cuando hay una tercera cosa en juego estudiar siempre queda en segundo o más bien tercer plano. 

Por eso chatear, escuchar música y esperar un bondi no lo puedo hacer a la vez, siempre se anula lo importante, mi orden de prioridades es inverso al que necesito, y así me va.


Estoy en clases que están buenas pero hay gente que las hace insoportables, ¿Qué le pasa a esa gente que necesita escupir todo lo que sabe aunque no tenga que ver con lo que se está hablando? Estamos hablando de jugolín y cita a Sócrates para establecer quien sabe qué punto.
Está ese que no entiende nada desde el comienzo de la carrera y no entendés como llegó hasta casi recibirse, y no sólo es que no entiende nada y está mas perdido que un sirio en Uruguay, sino que no le da vergüenza demostrarlo, y hasta se siente protagonista por preguntar todo, hasta lo más obvio, hasta como cuando eras chico y preguntabas si podías usar lápiz.
Y lo peor es cuando esta personita persistente en sus preguntas es una señora. ¿Quién no ha tenido una cincuentona en una clase? Lo primero que me pasa con esto es que me genera curiosidad. ¿Por qué se le habrá ocurrido hacer esta carrera y ahora? y ¿Tendrá un fin mas allá del goce de aprender? 
Luego ya viendo la clase de cincuentona que sea genero un concepto, digo cincuentona como generalización, no sé sus edades en realidad y ha habido hombres, incluso uno que siempre parecía que venía de una cancha de golf en los cincuenta en yanquilandia.

Hay varios tipos de cincuentonas, está la preguntona, está la que sabe mucho de todo un poquito, y la que siempre menciona que en su época era diferente algo.
Son personajes simpáticos por momentos pero a veces pueden ser molestos. Lo que recomiendo es no pasar demasiado tiempo con ellas porque una mañana te vas a levantar y podes encontrarte tomando té mientras escuchas la oreja de Van Gogh.

No hay comentarios:

Publicar un comentario